sábado, 5 de noviembre de 2011

Cuando menos piensas sale el sol.

Mira que el miedo nos hizo cometer estupideces, nos dejó sordos y ciegos tantas veces. Y un día después de la tormenta, cuando menos piensas sale el sol. De tanto sumar, pierdes la cuenta, porque uno y uno no siempre son dos. Cuando menos piensas, 
sale el sol.


Ha pasado el tiempo, ha habido cambios... Cambié sonrisas por lágrimas, cambié refrescos por alcohol, cambié golosinas por cigarros, cambié mi alegría por depresiones, cambié inocencia por experiencias... Pero sigo siendo la misma. En el fondo sigo siendo esa niña inocente, que sin quererlo, pero tampoco sin evitarlo se enamoró de ti. Esa que cada vez que te ve se vuelve loca, esa que al oír tu nombre se ruboriza... 
Esa que no ha dejado ni un instante de quererte. 

La vida, es como una de esas atracciones de feria en la que te subes a una vagoneta y te limitas a dejarte llevar y observar lo que se va cruzando en tu camino. 


Me siento ligera, como en una nube. ¿Y sabes por qué? Porque soy feliz. No por algo que me haya pasado, ni porque hace mucho que no lo soy y me tocaba. No, soy feliz porque he decidido serlo. He decidido dejar de preocuparme por cualquier cosa, dejar de pesar antes de hacer las cosas, dejar de ser lo que los demás quieren que sea. He decidido vivir la vida cada segundo, hacer lo primero quese me pase por la cabeza, ser quien soy y quiero ser. Sentirlo todo, vivirlo todo. porque la felicidad no va a donde tu estes, tu tienes que buscarla, encontrarla. Yo he decidido hacerlo, y ahora siento que estoy en el cielo ahora sonrío cada segundo. Esto es algo que toda la gente debería hacer, es lo mejor que te puede pasar. Porque con una sonrisa pudes parar una guerra puedes hacer que una persona se convierta en el rey de ese lugar imaginario que hay en nuestros corazone, puedes parar el mundo. Sonríe y de repente te encontrarás alli arriba, entre la nubes, donde yo estoy ahora.