miércoles, 6 de abril de 2011

¿Un lápiz para prestarme?

A veces me gustaría pintar con carboncillo el iris de mis ojos para no ver la vida tan clara como la veo. Difuminarlo todo a golpe de pincelada para no poder reconocer las cosas que me son tan obvias y que me duelen por dentro.
¿Os imagináis a alguien con los ojos pintados a carboncillo? Sería como mirar a un canal de televisión codificado, sin saber qué película están poniendo en ese momento, sin saber qué pensamiento recorre, en forma de zig-zag, los pliegues de su cabeza... Sería estupendo.
A veces me gustaría ser menos transparente y que me codifiquen la mirada. Que me pongan contraseña por dentro para poder entrar, que me encripten los puertos para que nadie se cuele con tanta facilidada a robarme sentimientos, que me inserten una caja fuerte blindada en la mitad del estómago para guardar todo aquello que no quiero que se sepa y que se escapa, irremediablemente, por las tonalidades marrones de mis ojos.
¿Alguien tiene un lápiz para prestarme?


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